El Club Ferrocarril Patagónico cumple 72 años

El Club Ferrocarril Patagónico celebra este 19 de noviembre sus 72 años de vida institucional. Su origen se remonta a mediados de la década del ’50. En 1953, poco antes de la desaparición del Ferrocarril Central del Chubut, con sede gerencial en Puerto Madryn, un grupo de trabajadores, impulsados por el propio gerente de la compañía, decidió conformar un espacio de encuentro y contención para las familias ferroviarias. Así nació el Club Ferro, con sus primeras actividades desarrolladas en los tradicionales galpones del ferrocarril.

Los primeros tiempos estuvieron vinculados al fútbol, disciplina con la que la institución obtuvo uno de sus logros más recordados: el título de la Liga del Valle en 1969. Sin embargo, a comienzos de los años ’80, la falta de recursos económicos hizo inviable sostener la actividad y el club dejó de competir en la Liga del Valle.

La desvinculación del fútbol dio paso a un proceso de reconstrucción institucional. Se avanzó en el techado de la sede social y se incorporó la Pelota Paleta, deporte que marcó un fuerte despegue y que, con el tiempo, se transformó en uno de los emblemas del club.

El crecimiento tendría un nuevo impulso en 2012, cuando se oficializó la práctica del básquet, disciplina que rápidamente se transformó en protagonista. Ese mismo año, Ferro debutó en el Torneo Apertura de la Asociación de Básquet del Este del Chubut ante Deportivo Madryn y, apenas meses después, logró su primer título.

Siete décadas después de su fundación, Ferrocarril Patagónico es una institución modelo. Con instalaciones modernas, infraestructura en expansión y una vida deportiva que no deja de crecer, el club ofrece una amplia gama de actividades: básquet, pelota paleta, gimnasia acrobática, gimnasia artística, patín, natación y pádel, entre otras.

Bajo la presidencia de Ricardo Sales, Ferro atraviesa uno de los momentos más fuertes de su historia reciente, con un proyecto que combina identidad en la formación de deportistas y desarrollo social. A 72 años de su nacimiento entre rieles y galpones, el club mantiene intacto su espíritu y sigue mirando hacia adelante, consolidándose como una institución modelo de Puerto Madryn y de toda la provincia.